· Al ser cabeza de familia corren un gran riesgo.
Tapachula, Chis. Febrero 13.— Al ser cabeza de familia, alrededor del 40% de las mujeres campesinas en Chiapas se encuentran en un gran riesgo de ser presas del narcotráfico y la delincuencia organizada reconoció la Secretaria de Organismos Financieros Rural de la Central Campesina Cardenistas, Carmen Antuna Cruz.
Dijo que como organización el 99% de compañeros tienen un familiar cercano en el norte (del país y en Estados Unidos), lo que habla de la gran desintegración familiar, lo que dificulta el panorama a quienes se quedan aunado a la falta de programas de apoyo a los jóvenes en el medio rural, sin tierras para trabajar, sin empleo ni educación se envuelven en la oferta del narcotráfico que llega a ofrecerles alrededor de 2 mil pesos semanales para hacer los que se les ordene.
“Y no hay quien le ofrezca otra opción, saben que es corta vida y de violencia pero hoy no tienen otra oportunidad. Y la organización constantemente está planteando esta problemática, qué le ofrecen los gobiernos, cómo contrarrestan estos problemas. Un joven ya casado se da la vuelta en el medio rural y se pregunta; ¿qué hago, no tengo trabajo, me voy al norte o me sumo al narco?”
En el tema de las mujeres dijo que cerca de 3 mil, según cifras de la propia organización, son cabeza de familia con lo que se vuelven sumamente vulnerables a la delincuencia.
“El asunto de la necesidades económica no tiene que ver con genero tiene que ver con que tienen que comer las familias y tener un ingreso, no sé hasta qué punto se estén involucrando las mujeres en este tema pero el riesgo está, existe porque si eres jefe de familia tienes que ver el modo de resolver esta situación (económica)”.
Reconoció que este es un resultado de la deuda histórica que los gobiernos tienen con las mujeres en general y particularmente con las campesinas, pues para ellas el rezago es inmenso en virtud de las pocas oportunidades de educación, la mayoría solo accede a educación básica, lo que se multiplica en extrema pobreza y se refleja en la marginación.
Tan sólo en el tema de vivienda del 100% de las solicitudes hechas de los campesinos chiapanecos, entre hombres y mujeres, sólo resultan beneficiados el 6%, la gran mayoría no tiene la oportunidad porque los recursos destinados a estas acciones no alcanzan.
Por eso, como muchas otras voces, coincidió en que la lucha contra el narcotráfico no se combate con las armas, “se combate con educación, salud, empleo, oportunidades, acceso a vivienda digna, y no como se está haciendo porque de esta manera está perdida y lo está pagando la sociedad”. (IR2.0)
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